NO!, LA ALINEACIÓN PLANETARIA DEL 28 DE MAYO NO CAUSARÁ NINGUNA CATÁSTROFE
Es muy probable que a lo largo de las últimas semanas, muchos de nuestros seguidores/as hayan escuchado o leído algo a cerca de una próxima “alineación planetaria“, que podría provocar terremotos de escala 9.8 en la costa Este Norteamericana o erupciones volcánicas en el Océano Índico.
Si no les ha llegado nada de esto, pues mejor sinceramente…
Desde GAME, trataremos de describir lo que sucede y hacer un breve análisis científico de lo sucedido, exponiendo con enlaces las fuentes de información y especificando cuando hablamos con opinión propia.
Procedamos:
A finales de abril, un usuario cualquiera de Youtube con un canal llamado <Ditrianum Media>, se le ocurrió utillizar la herramienta gratuita y accesible para todo el mundo llamada “Solar System Scope”. Este programa, en GAME lo hemos utilizado tanto para detectar tránsitos de planetas, procesar datos de la misión Rosetta, o cuando lo del cometa Siding Spring de Marte.
~ Compartimos en este enlace el Solar System Scope para que cualquiera lo utilice ~
En primer lugar, dejamos escrito el enlace a Youtube que muestra el vídeo de este usuario:
(Si alguien quiere verlo, que copie y pegue el enlace, pero lo que no vamos a hacer es publicitarlo nosotros).
Muchos picaron en el engaño y poco a poco más gente lo fue compartiendo y tomando en serio.
No vamos a criticar la cantidad de tonterías dichas durante el vídeo, que van desde invocaciones a los espíritus hasta el efecto Nostradamus y mil barbaridades más. Simplemente, en un momento del vídeo comenzó a mencionar cosas a cerca de las “alineaciones planetarias“, que subrayamos antes.
Esta especie de fenómeno secundario y producto del funcionamiento trigonométrico del universo, muchas veces ha suscitado preguntas a cerca de la influencia que puedan tener sobre el ámbito electromagnético o gravitacional con el que se rige el sistema solar.
Preguntas como: ¿Pueden causar terremotos? ¿Pueden las fuerzas gravitatorias de los planetas sumarse? ¿Podría reducirse un 5% la gravedad de la Tierra? ¿Podrían hacer cambiar los planetas de órbita?
Y muchas cuestiones parecidas, sencillamente no tienen rigor o lógica suficiente como para que sucedan; es de entender que algún rastro o vestigio en el geomagnetismo de la Tierra debería haber si algo así sucediese. De hecho, podemos detectar restos de átomos de supernovas antiguas en rastros minerales ¿y sin embargo no hay rastros de que las “alineaciones planetarias” generen daños? Han pasado infinitud de rocas por muchos laboratorios pero nunca se ha observado ningún cambio que no forme parte de un proceso natural.
Sencillamente con los argumentos que presenta, no hay ninguna prueba de que algo así pueda ocurrir o haya ocurrido antes.
Ahora bien, como bien demuestra Phil Plait’s en sus cálculos matemáticos, si tenemos en cuenta la distancia y separación que hay entre todos los planetas y sumásemos sus fuerzas gravitatorias, nos daríamos cuenta de que incluso la Luna ejerce una fuerza mayor sobre nosotros!
De hecho, en este enlace que compartimos, se detalla como la diferencia entre la Luna y la SuperLuna no llega a tener influencia real sobre los terremotos, aunque sí sobre las mareas.
En este caso, si la fuerza que ejercen estas conjunciones planetarias reunidas en su máxima expresión, resulta que indican una fuerza 50 veces inferior a la que ejerce la Luna, ¿Entonces cómo iba a producir movimientos tectónicos?
Otro dato relevante conforme a la órbita de la Luna, es que durante su movimiento de traslación se va acercando y alejando de nosotros ligeramente cada dos semanas. El cambio, el bamboleo de su peso durante ese tiempo sigue siendo más potente que el de todos los planetas combinados, sin embargo, no vemos terremotos catastróficos dos veces al mes, por no hablar de la alineación con las fases de la Luna.
-> Aquí otro ejemplo de “alineación planetaria en el año 2000 (que tan terrible iba a ser)
-> Aquí otra para el 2020.
La separación, el ángulo de diferencia, y el hecho de que no cuadran casi nunca en una línea recta, hacen de estas “alineaciones”, un fenómeno visual, pues en el programa el tamaño de los planetas está súper exagerado y eso parece que hay gente que no lo entiende, sino, miren lo que ocurre si ponen en google “alinemiento para el 28 de mayo”:
Además, si usted mira el vídeo, como por ejemplo entre los segundos 7:27 y 8:11, estas “alineaciones” ni siquiera se alinean con la Tierra! Uno de ellos es sólo dos planetas que parecen alinearse con el Sol cuando la Tierra está lejos a un lado, y en otro que en realidad forman una línea perpendicular con la Tierra. Sencillamente, en GAME podríamos encontrar ejemplos de alineaciones mucho mejores si nos lo propusiésemos. Además, el empleo de las palabras “planetas activos”, “energías cósmicas” y “fenómenos extraños”, no tienen cabida dentro del lenguaje con el que nos comunicamos, ya que no tienen una especificación ni un significado en concreto, una “energía”, puede serlo todo y nada a la vez, así que dentro del lenguaje New Age estará muy bien pero para la vida real no es apropiado.
Si se fijan en el ancho de la órbita de la Tierra en la pantalla durante la supuesta alineación, se estima que el grosor de la línea de color verde, es de 300.000.000 kilometros de distancia real. La distancia de la Luna de la Tierra es de aproximadamente 380.000 kilometros, o un poco más de 0.1 por ciento del tamaño de la órbita de la Tierra.
Aparte añadimos, que la Tierra-Luna se vería mucho más pequeña que un solo píxel. Por ello no vemos forma de que cuadren.
Según lo establecido y demostrado, las alineaciones planetarias no tienen la suficiente fuerza para producir fenómenos cataclismos. Tal vez en una probabilidad entre un millón ese día ocurra algo y varios quieran asociar conceptos. Pero eso no será así ya que nosotros entendemos que para poder decir que hay algún tipo de relación o influencia, deberían coordinar las fechas de los grandes terremotos con las alineaciones, cosa que no es así. Los terremotos y erupciones volcánicas fuertes ocurrirán siempre porque tienen que ocurrir, es natural que así sea y no hay forma de esclarecer una fórmula matemática que nos ayude a predecirlo; nos guste o no, no estamos tan avanzados todavía como para descifrar su mecanismo completo.
Un caso parecido, se nos presenta al querer asociar fulguraciones solares con grandes terremotos, y al ver gráficas como ésta, se entiende el motivo por el cual se dice directa y popularmente que “NO hay relación”; aunque a nosotros personalmente nos gusta decir que: “NO hay una relación directamente proporcional entre causa-efecto”. (Nos pareció importante especificar el matiz)
Es una cualidad muy humana el hecho de temer a lo desconocido y al producirse una catástrofe natural, es comprensible que nazca la urgencia y la prisa por querer identificarla, preverla y protegerse de ella. Pero cuantos más indicios y pruebas buscamos, más nos damos cuenta de que estamos todavía muy lejos de averiguar un sistema que nos ayude a anticipar estos grandes eventos. Se han hecho estudios de prueba donde se ha tratado de experimentar con la ionosfera terrestre; se han colocado dispositivos de seguimiento en los volcanes más estratégicos del mundo y los geólogos los estudian a diario; nosotros estudiamos las erupciones solares y las tormentas geomagnéticas; como también una red de robots autómatas controlan el cielo en busca de asteroides potenciales.
Pero amigos y amigas, no se puede coger un día en el calendario y decir, “aquí se juntará todo”. La única razón, es porque siempre ya estuvo todo junto en el mismo escenario, solo que todavía nos falta mucho para comprender el funcionamiento de todas las piezas y ver como se influencian mutuamente.
Lo mismo puede darse un terremoto de magnitud 9 mañana como dentro de diez meses, y cualquiera que trate de adivinar el día, lo único que hará será realizar una apuesta.
¿Cuantos han apostado algo a que se acabaría el mundo y se han terminado comiendo sus palabras?
* El 21-12-12, también se iba a terminar el mundo por el “alineamiento” con Sagittario A*, el centro de la Vía Láctea.
También iba a haber un alineamiento planetario, y ya por último detalle, (como quien añade un ingrediente más al plato que está cocinando), encima se reiniciaba el calendario Maya…
Realmente, valoramos y apreciamos muchas ideas diferentes e innovadoras siempre y cuando respeten la lógica y entendimiento humanos, pero muchas veces nos encontramos que la fe y el deseo a veces puede nublar el juicio. En especial cuando los factores espirituales entran en juego. Nosotros respetamos cualquier ideología por extraña que nos parezca si se tiene fe en construir, pero cuando es necesario, señalamos con el dedo a aquél que a obrado con mala saña y con prejuicios.
En esta ocasión y según nuestro criterio, creemos que el autor del vídeo, tiene más ganas y deseos de que su mundo se acabe, que no pruebas reales y tangibles de que vaya a pasar.
-> Por último, terminamos con una imagen de la gran alineación planetaria ocurrida en el año 878.
Una última curiosidad que añadiremos a cerca de tracción gravitacional que ejercen los planetas más masivos como Júpiter y Saturno, se remonta a las fases iniciales de la formación del sistema solar.
Hubo un momento de tiempo en el que Júpiter y Saturno se encontraban muchísimo más cerca del Sol que donde lo están ahora. Estuvieron a punto de acercarse lo suficiente como para no permitir que los planetas internos se llegaran a formar, incluso si Júpiter hubiese absorbido un poco más de masa, podría haber llegado a convertirse en una estrella binaria junto al Sol. Pero hubo un elemento que salvó y frenó este suceso, algo casual e irrepetible que de no producirse, seguramente hubiese cambiado la morfología de todo el sistema solar.
Se produjo un fenómeno llamado “resonancia orbital 2:1″, que consistía en que Saturno daba una vuelta completa al Sol mientras que Júpiter daba dos, provocando que cuando coincidieran en órbitas paralelas durante repetidas veces, con el paso de los milenios Saturno empezó a desviar a Júpiter hacia afuera.
Cuando dos planetas muy masivos y con un gran campo magnético se encuentran muy cerca y concuerdan con la propiedad de la resonancia 2:1, se da el caso de que ambos vibran, oscilan, sus órbitas se distorsionan muy levemente, cosa que con el paso del tiempo se puede traducir en movimientos cortos que hacen cambiar la excentricidad de las órbitas planetarias.
Durante esa fase del sistema solar, Neptuno y Urano se volvieron literalmente locos, hasta el punto de intercambiar sus posiciones y arrastrar millones de desperdicios hacia el espacio exterior haciendo más grande el sistema solar y haciendo llover cometas hacia el sistema solar interno que se encontraba a medio formar.
Este fenómeno, jamás se volverá a repetir, fue una situación excepcional y que no podrá volverse a ocurrir, debido a que no solo se han alejado mucho del Sol y su influencia no es tan directa, sino que también ahora tienen una resonancia orbital 5:2 (Júpiter da 5 vueltas mientras Saturno 2).
El fenómeno de la resonancia orbital, no debe confundirse con el de los “alineamientos planetarios”, pues tiene una dinámica física completamente diferente. Con la misma lógica empleada en la resonancia orbital, se derivan otras como la Resonancia Laplace, que ayuda pronosticar los movimientos de las lunas de Júpiter en torno a él con un factor de 1:2:4 .
0 comentarios:
Publicar un comentario