El fenómeno "El Niño", causante de una prolongada sequía, está causando estragos a varias comunidades de Honduras a las que tiene al borde de la hambruna, que han visto perder sus cultivos de subsistencia de maíz y fríjoles, granos básicos en la dieta de los hondureños.
Las autoridades registran al menos 146 municipios de los 298 que tiene el país, como los más afectados por la sequía derivada de “El Niño”, que además está minando otros cultivos como la caña de azúcar y el café, lo mismo que la ganadería y la industria del camarón cultivado, entre otros.
Entre las regiones más afectadas por el fenómeno figuran el centro, sur, occidente y oriente del país, cuyo territorio en su mayoría es montañoso.
En el municipio de Lepaera, departamento occidental de Lempira, limítrofe con El Salvador, la falta de lluvias ha echado a perder el 60 por ciento de 1.500 hectáreas de cultivos de granos básicos, por lo que sus autoridades han declarado emergencia y pedido ayuda al Gobierno y las Naciones Unidas.
“Hemos tomado la decisión con los pobladores para declarar emergencia total porque hemos perdido el 60 por ciento de la producción de cultivos”, indicó esta semana a periodistas el alcalde de Lepaera, Edgar Murillo.
Lempira figura con otros departamentos como Ocotepeque, Intibucá y La Paz, en el occidente, y Valle y Choluteca, en el sur, entre los más pobres de Honduras.
Murillo indicó que los habitantes de Lepaera están “preocupados” por la sequía y la “emergencia” que se aproxima ante el daño causado a los cultivos de granos básicos, café y otros productos.
Honduras también sufrió en 2014 el impacto de una canícula, aunque no tan severa como la de este año.
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas exhortó el viernes a Honduras a tomar medidas urgentes que minimicen los efectos negativos que la sequía está teniendo en la seguridad alimentaria del país y pidió el apoyo de la comunidad internacional.
Se trata de “un fenómeno humanitario que esta afectando familias nuevamente y hay que atenderlas rápidamente para evitar que los medios de vida se sigan deteriorando”, dijo el director regional para América Latina del PMA, el peruano Miguel Barreto.
La falta de lluvias, indicó Barreto, está causando un “deterioro de las condiciones de vida” de unas 80.000 familias que viven en la zona del denominado Corredor Seco, que abarca el sur y parte del occidente de Honduras, que se dedican principalmente a una agricultura de subsistencia.
“No hay un crecimiento de hambre, lo que hay es un fenómeno estacional que está afectando de manera directa la desnutrición aguda de los niños debido a que los medios de vida de las personas se están deteriorando”, subrayó.
Barreto estuvo dos días en Tegucigalpa, donde se reunió con el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, y otras autoridades, para tratar sobre el problema de la prolongada sequía que se estaría extendiendo hasta septiembre, según fuente de meteorología.
Según Barreto, la inversión en seguridad alimentaria, en este caso, debe ser a corto plazo porque se está viviendo una emergencia, pero también se debe trabajar a largo plazo y generar más inversiones de infraestructura.
El PMA proporciona alimentos, dinero en efectivo y cupones a las familias más afectadas por la falta de lluvia en el país.
La intensa ola de calor también está afectando los bosques de pino de Honduras, que sufren la destrucción de una plaga del gorgojo descortezador, lo que ha obligado al Gobierno a declarar emergencia y crear un comité para hacer frente al problema.
En apoyo al rescate de los pinares hondureños afectados por el gorgojo, la Unión Europea (UE) anunció el viernes que cooperará con 48 millones de lempiras (2,16 millones de dólares).
El insecto, que se reproduce masivamente en condiciones calientes como las que vive ahora Honduras, ha dañado más de 100.000 hectáreas de bosques, según las autoridades del país.
La ayuda de la UE fue anunciada por el embajador del organismo en Tegucigalpa, Ketil Karlsen, quien subrayó que los recursos contribuirán a erradicar la plaga del gorgojo descortezador, en atención a una petición del presidente Hernández.
La sequía devasta Guatemala
- La escasez de lluvia provocada por ‘El Niño’ ya afecta a más de un millón de personas
Las prolongadas sequías que afectan al llamado Corredor Seco centroamericano, que comprende desde las deprimidas provincias del este de Guatemala hasta la frontera de Nicaragua con Costa Rica, han puesto de nuevo sobre el tapete una de las lacras más dolorosas de la región: la extrema vulnerabilidad del campesinado ante la irregularidad de la lluvia, que se traduce en cosechas perdidas y, en consecuencia, en hambre.
En Guatemala, el fenómeno tiene cifras: 296.817 familias que, según estadísticas de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional del Ministerio de Agricultura y del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA), en total alrdedor de un millón de personas, de ellas 176.182 niños cuyos padres difícilmente pueden ofrecerles un plato de comida al día. El país presenta uno de los índices de desnutrición infantil más altos del mundo: la mitad de sus niños padece desnutrición crónica, según el Unicef.
La sequía es un fenómeno recurrente, ante el que las autoridades guatemaltecas no han sabido reaccionar. El PMA lleva años señalando la necesidad en que se invierta en una infraestructura que permita recolectar el agua de las lluvias —a las sequías prolongadas suelen sobrevenir aguaceros torrenciales—, acompañados de la sustitución de cultivos que garanticen que los afectados puedan llenar sus necesidades alimentarias mínimas.
“Esas recomendaciones se analizan concienzudamente”, dijo a EL PAÍS el jefe de prensa de la gubernamental Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), David de León. No obstante, León admite que todavía no hay una política de Estado para ponerlas en marcha. Añade que en algunas zonas afectadas, como Jocotán y Camotán (al este de esta capital) se ha dotado a las familias de aves de corral y cabras, para que puedan tener acceso a proteínas. “De momento, lo único que hace el Estado es distribuir alimentos”, puntualiza.
El panorama no es esperanzador. Estadísticas oficiales confirman que, en la mayoría de la vertiente pacífica de Centroamérica, las lluvias han estado por debajo de la media histórica. También se advierte de la posibilidad de que el fenómeno El Niño, que en Guatemala provoca una disminución en la frecuencia de las lluvias, se prolongue hasta marzo de 2016. “Hay una situación de canícula extendida que merece mayor atención, monitoreo y coordinación a nivel regional y por país”, se lee en un boletín conjunto del PMA y de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
Mientras tanto, las familias afectadas se ven en la necesidad de endeudarse o vender sus pertenencias para sobrevivir. El hecho de la baja en las cosechas del café, demandante de mano de obra no calificada, motivada por la enfermedad de la roya, añade más angustia a los damnificados.
La grave sequía en Cuba deja los embalses al 35,4 % de su capacidad total
- La Habana y Santiago de Cuba están entre las más afectadas
Un camión cisterna abastece a los vecinos de una comunidad afectada por la sequía (foto de archivo)
LA HABANA, Cuba – La sequía que afecta a Cuba, la más grave de los últimos 115 años, ha provocado que los embalses de la isla se encuentren al 35,4 % de su capacidad total, según un informe del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) divulgado hoy por la televisión estatal.
Las provincias con la mayor disminución de las reservas en las cuencas subterráneas y menor volumen de agua embalsada son actualmente Sancti Spiritus (centro), con el 19 %, y Ciego de Ávila (centro este) con el 10,5 %, indicó el reporte televisivo.
Los territorios con menores niveles de precipitación en agosto son Artemisa y La Habana (oeste), y Santiago de Cuba y Guantánamo (oriente), este último el menos favorecido por las lluvias, con solo el 53 % de la media histórica para ese mes.
Entre las principales medidas que el Gobierno cubano implementa para enfrentar este “fenómeno climático prolongado”, se encuentran la restricción del uso del agua, empleada solamente para consumo humano y animal en las localidades más afectadas, señaló el delegado del INRH en Ciego de Ávila, Sergio Barrios.
“Hemos restringido el fregado de carros (automóviles), el llenado de piscinas, (…) y vamos a seguir sectorizando el abasto a la ciudad cabecera provincial”, precisó el especialista a la televisión nacional.
Para reducir las pérdidas de agua, el INRH trabaja actualmente en la rehabilitación de las redes hidráulicas, la eliminación de los salideros y el reordenamiento del servicio de distribución del líquido con ajustes a las condiciones de cada territorio.
Ante la intensa sequía, las autoridades “enfatizan en el ahorro y la necesidad de elevar la conciencia y el conocimiento ciudadano”, agrega la nota.
De acuerdo con especialistas del Centro del Clima del Instituto de Meteorología de la isla, el pasado mes de julio fue por cuarta vez el de menos precipitaciones desde 1961 y sus efectos han impactado al 81 % del área agrícola de la isla.
De mayo a junio, la escasez de precipitaciones afectó al 68 % del país y las perspectivas para este trimestre son desfavorables en todas las regiones de la isla, indicaron reportes oficiales. (EFE)